UNA NUEVA JUSTICIA
Dr. ALVARO ROTONDARO GÓMEZ --ABOGADO
En estos tiempos tan complicados, es lamentable que las Instituciones encargadas de garantizar el respeto a los derechos humanos por parte de los gobiernos y de aplicar la función administrativa, llámese Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH) y la encargada de aplicar la justicia penal internacional Corte Penal Internacional (CPI), están ocupadas por personas cuya ideología es de radical extrema izquierda.
Por tanto, anteponen su ideología a la obligación que tienen de practicar imparcialmente sus funciones, cuando se trata de regímenes totalitarios de extrema izquierda, como Cuba, Venezuela Nicaragua, Bolivia, Ecuador, etc., amparados por Rusia, China, Irán, Corea del Norte. Estos funcionarios hacen la vista gorda al no imputar las sanciones previstas en las normas internacionales contra los Estados por el incumplimiento de obligaciones derivadas de la Declaración Americana sobre Derechos del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 y el Protocolo Adicional sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales, Protocolo de “San Salvador”, así como también, las establecidas en el Estatuto de Roma, para juzgar a los autores de los crímenes de Lesa Humanidad.
En el Preámbulo de dicho Estatuto, se consagra textualmente que:
¨Conscientes de que todos los pueblos están unidos por estrechos lazos y sus culturas configuran un patrimonio común y observando con preocupación que este delicado mosaico puede romperse en cualquier momento,
Teniendo presente que, en este siglo, millones de niños, mujeres y hombres han sido víctimas de atrocidades que desafían la imaginación y conmueven profundamente la conciencia de la humanidad,
Reconociendo que esos graves crímenes constituyen una amenaza para la paz, la seguridad y el bienestar de la humanidad,
Afirmando que los crímenes más graves de trascendencia para la comunidad internacional en su conjunto no deben quedar sin castigo y que, a tal fin, hay que adoptar medidas en el plano nacional e intensificar la cooperación internacional para asegurar que sean efectivamente sometidos a la acción de la justicia,
Decididos a poner fin a la impunidad de los autores de esos crímenes y a contribuir así a la prevención de nuevos crímenes, …….¨
En efecto, los funcionarios que dirigen esas Instituciones, el saliente Secretario Ejecutivo en la CIDH, la Fiscal en la CPI y ACNUDH actúan de una manera vergonzosa, muy bien explicada en el artículo ¨Armas silenciosas para guerras tranquilas del Dr. Gustavo Gonzalez Urdaneta¨(publicado en el htps://ramm1943.blogspot.com), quien entre otras cosas establece:
¨En las últimas dos décadas, la sociedad venezolana ha convivido en un ambiente en el cual, paralelamente, se desarrollan dos guerras, ambas con el objetivo afín de controlar la población pero con instrumentos muy diferentes. Una, la guerra interna, violenta, cruel y sangrienta propiciada y apoyada por el régimen con sus adláteres y, la otra, la guerra de manipulación de los medios y del lenguaje por los políticos en general. En agosto 2017 escribí un artículo en el blog que titulé “No más distracciones chucutas” y comenzaba recordando que, en un ensayo de 1946 en el London Tribune titulado "En Frente de Tu Nariz", George Orwell señaló que "somos capaces de creer cosas que sabemos que son falsas, y cuando, finalmente se nos prueba que estamos equivocados, torcemos los hechos de manera descarada para mostrar que tenemos razón. Intelectualmente, es posible llevar a cabo este proceso por tiempo indefinido: la única comprobación de ello es que tarde o temprano una falsa creencia se topa con la realidad sólida, y sucede generalmente en un campo de batalla”.
En pocas palabras, tal como lo confirma el citado articulista en su escrito, es una guerra entre la Verdad y la Mentira.
Ahora bien, al analizar estas reflexiones y recordarnos los comentarios escritos hace muchos años, sumamente premonitorios,, por José Ortega y Gasset, ¨Todo el que en política y en historia se rija por lo que se dice, errará lamentablemente.¨ y Octavio Paz, ¨La mentira se instaló en nuestros pueblos casi constitucionalmente. El daño ha sido incalculable y alcanza zonas muy profundas de nuestro ser. Nos movemos en la mentira con naturalidad... De ahí que la lucha contra la mentira oficial y constitucional sea el primer paso de toda tentativa seria de reforma.¨, necesariamente tenemos que concluir, en que estamos viviendo desde hace muchísimos años una Manipulación, tanto en medios de comunicación importantes, como son la prensa, escrita o virtual, o las redes sociales, como WhatsApp, Instagram, Facebook, Twitter, etc.; impulsada por políticos y ONGS vinculadas a esa ideología política y a las tiranías anotadas, cuya labor es infiltrar, no solo esas Instituciones de DDHH, sino parlamentos, gobiernos y demás instituciones de países democráticos, y así lograr la impunidad de esos crímenes.
Esta Manipulación, la efectúan de una manera muy inteligente e imperceptible, por ejemplo:
1.-La CIDH admitió y registró una Petición el 11/02/2015 y dejaron pasar 5 años y sin ninguna explicación, ilegalmente declararon sin lugar dicha Petición.
2.- En cuanto a la CPI, la Fiscal Fantou Bensouda, con el mayor desparpajo e impudicia declara que encontró indicios de delitos de Lesa Humanidad contra Maduro y a otros funcionarios del régimen, pero solamente a partir del año 2017, es decir, que todas las denuncias realizadas con anterioridad, para esa Fiscal, no existen;
3.- La actuación de Michelle Bachellet en su carácter de Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, es una burla, ya que la Misión de Expertos Independientes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, dictaminó fehacientemente con todas las pruebas pertinentes de esos delitos, y ella sin ningún escrúpulo, los ratifica, pero ni sanciona ni actúa.
Como vemos claramente, todas estas declaraciones tienen un común denominador expuesto en toda la prensa escrita y virtual, adscrita a esa ideología, ya que inmediatamente esos funcionarios declaran, aparece la noticia con bombos y platillos de lo bien que están actuando, pero la realidad es que nos están engañando vilmente, al ocultarnos la realidad de la inacción de esos funcionarios, verbo y gracia, el caso tan bien sustentado por ante la CPI, por el Dr. Gonzalo Himiob sobre señor Franklin Brito, que como es anterior al 2017, está desechado
Por todas estas razones, no es muy difícil concluir que estamos viviendo una situación INTOLERABLE, y en este sentido debemos recordar lo que decía Umberto Eco al respecto, en su libro Cinco Escritos Morales “…Aceptar lo intolerable pone en cuestión nuestra misma identidad. Hay que asumir la responsabilidad de decidir qué es intolerable y después actuar, dispuestos a pagar el precio del error…Cuando aparece un intolerable inaudito, el umbral de la intolerabilidad ya no es el que fijan las antiguas leyes. Desde luego, debemos estar seguros de que el consenso sobre el nuevo umbral de intolerabilidad es lo más amplio posible, supera las fronteras nacionales, está garantizado de alguna manera por la «comunidad»: concepto inaprenhensible, pero que está en la base incluso de nuestro creer que la tierra gira. Pero luego es preciso elegir…Lo que pasó con el nazismo y el Holocausto puso un nuevo umbral de intolerabilidad”
Para mí, sin un ápice de dudas, parafraseando a Umberto Eco, la revolución bolivariana promovida por Chávez y Maduro y el Holocausto provocado por esta, puso un nuevo umbral de intolerabilidad en nuestro país, que urge solucionar, ya que, no nos podemos olvidar de toda esa gente asesinada, torturada, violada, los heridos, los presos políticos y los 6.000.000 de emigrantes, durante estos veinte años de tiranía, quienes expusieron su integridad física por nuestra patria, por sus sueños, por sus ideales y por todos nosotros.
Pero gracias a la creación del Tribunal de Núremberg y a muchos filósofos como Umberto Eco y a renombrados juristas y gobernantes conscientes, dieron origen a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1948 en París, que recoge en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos; a la Declaración Americana sobre Derechos del Hombre del mismo año, a la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 y el Protocolo Adicional sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales, Protocolo de “San Salvador” de 1988; a la designación del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH) y a la adopción del Estatuto de Roma, en el cual se crea la Corte Penal Internacional y se consagran los crímenes de Lesa Humanidad, Genocidio y de Guerra, con sus respectivas sanciones
Por estas razones, y como no tenemos instituciones ni tribunales imparciales y confiables a los cuales podamos acudir, los venezolanos debiéramos proceder a solicitar a la OEA y a la ONU, la creación de un Contralor (un jurista especialista en esta materia), que pueda tener injerencia e impugnar con anterioridad la toma de esas decisiones.
En caso de que esta petición nos fuese denegada, por todo lo expuesto ut-supra y en vista de que estamos en un Holocausto intolerable, deberíamos proceder, como dice Umberto Eco, asumiendo nuestro error a equivocarnos, a crear un Tribunal Ad Hoc, con los países que nos apoyen, para darle curso a los procesos correspondientes
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